Mi abuelita
Conocí mi "abuelita" por primera vez en la estación del autobús. Vino a recogerme para llevarme a casa. Cuando llegué, tenía un letrero pequeño con mi nombre. Llevaba un suéter gris y unos guantes sin dedos. Me dio un beso en la mejilla y me abrazó muy fuerte. La amé desde entonces.
No sabía que le debiera llamar. Cuando le pregunté, me dijo simplemente "abuela". Hecho.
Cada día me cocina el desayuno y hablamos un poco antes de irme para el programa del servicio de la comunidad, Seeds of Hope. Normalmente prepara café, pan, huevos y otra cosa. Un día comí banana, otro comí unas humitas. Almuerzo fuera de la casa. Al regresar del día como voluntaria, cenamos. Comemos pan con queso y bebemos un cafecito. Otras noches, salgo con los voluntarios o con Alan.
Mi abuela es una mujer muy moderna y liberal, le gusta mucho mi espíritu independiente. Ella también es así, aunque ha vivido una vida muy diferente. Tiene 74 años ( me parece una mujer de 55 años) y ya es bisabuela. Tiene 7 hijos, uno que ya ha muerto. Tiene mucho ánimo y todavía trabaja unos seis días cada semana además de cuidar a su madre y otros parientes. Trabaja en una empresa de tours en Huaraz. Valora la vida mucho y siempre quiere ser activa.
Humitas
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